top of page

intemperie

I

La tarde declina su rostro.

Sombreando el mar, el dolor se asienta.

Su mansedumbre, un pentagrama

de agraviados contrastes;

un gran friso donde la tristeza

desfondada mece su senectud.

Este mensaje vadea las aguas,

flota en la albada obscena

como enhorabuena deshabitada.

II

Las campanas repican el milagro
en la oquedad de la bandera:
cántaro donde se adivina la amplitud
y la distancia recorrida por la herida.

página 1

bottom of page