Llueve. Hubiese sido mejor coger paraguas, o cambiarme la chaqueta por otra con capucha, de manera que ahora no estuviese empapado en la cocina. En el baño me esperan los primeros quince minutos de tranquilidad desde mi sueño anterior, como cada día.
Cierro la puerta, ahora necesito estar solo. Enciendo una cerilla, enciendo mi inspiración. Me escondo bajo cascada caliente y empieza una nueva vida. Los problemas quedan atrás. Ahora lo único que me mantiene unido a este triste mundo es la música estridente de mi loro.
Canto, pienso, sufro.
Si tus labios aceptasen un beso mío, Europa les regalaría, pero como duermen siempre solos con cigarros se conforman. Claras fueron tus señas, y solo solo me quedé hoy bajo lluvia, si no fuera porque soy pésimo pesimista, dejaría de tu amigo ser en vida. Más es lo que duele que lo que siento, ni médicos ni profetas encontraron sentido alguno. Remedio, ahora, solo hayo uno: si tú accedieses saltar al siguiente escalón conmigo. Mañana prometo compartir rosas rojas, como la sangre, para que veas si sufro por tu ausencia en mi cama. Espero que la suerte hoy me sonría, y que me sonrías tú con dulzura.
Pudieran los más sabios dar calor, pero en ello no está su cometido. Por esto que sacrifican, rezan y critican a las personas que sentimos como manchas en la alfombra. Criticar no soluciona cosa alguna, pero aceptar su tentación no es pecado tampoco. De esta manera padezco por todos al darme cuenta de la ignorancia que aquí habita. Quisiera saber la opinión del pastelero, que prepara sus madalenas cada día, y no la de un barbudo común, que de no llegar a fin de mes jamás sufrió en su vida. Limitemos la educación a unos pocos, no nos interesa que el proletariado estudie, o acabaríamos nosotros en las minas.
Diremos que lo sabemos todo, y que el Johnson and Johnson los ojos no irrita. La injusticia y el hambre quitaremos para siempre a través de la esclavitud del hombre y su descendencia. No es lógico tu significado de justo, si justo es cuando pierde la mayoría.
Un repentino cambio de temperatura en el agua me despierta de aquel viaje en mi locura. Salgo de la ducha.

 

Mojado y desnudo me acuesto en la cama.